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24 de septiembre de 2009

Derechos de los niños en el deporte


DERECHOS DEL NIÑO EN EL DEPORTE

Semana tras semana miles y miles de chicos van poblando canchas repartidas a lo ancho y a lo largo de nuestro país, compitiendo en alguna de las tantas Ligas que los agrupan. Es, por cierto, una fiesta semanal observar a tantos pequeños practicar el deporte que les gusta, y una buena forma de alejarlos -aunque sea un poco- de la dificil situación social que vive nuestra niñez. Creo que allí reside, hoy por hoy, el mérito más grande del fútbol infanto / juvenil: contener a través del deporte a esa segmento tan desamparado de nuestra sociedad. Claro que a la competencia formal se la acompaña con un entrenamiento intensivo. Es inconcebible pensar que en la actualidad un joven futbolista pase por alto esta etapa.

En 1986, un grupo de expertos compuesto por entrenadores y especialistas en la práctica deportiva en niños, fueron comisionados por el Departamento de Instrucción Pública del Cantón de Ginebra, a fin de elaborar una enseñanza destinada a las personas que se ocupan del deporte en niños, particularmente la franja que está ubicada entre los 6 y 13 años. La finalidad del seminario fue sensibilizar a los participantes en las cargas fisiológicas y psicológicaspresentes en la práctica deportiva organizada. Por ejemplo, uno de los aspectos abordados fue el relativo a las razones de los abandonos de las prácticas deportivas. La literatura especializada indica que los abandonos alcanzan un 45% entre los varones entre 14 y 17 años, y al 70% entre las mujeres de esa edad. Las razones invocadas están vinculadas al conflicto entre deberes escolares y deportivos, y, en nuestro país, a las condiciones económicas que hacen que las familias no puedan soportar los costos que genera esa relación de los menores con la actividad deportiva .

Estas defecciones se deben igualmente a la falta de placer en entrenar y a experiencias personales de fracaso y de falta de talento en la competencia.

Entre los niños menores el abandono se origina porque ha sido objeto de demasiadas críticas y juicios negativos. Sabemos que el niño menor de los 11-12 años es incapaz de percibir su propia competencia, piensa que el hecho de hacer un esfuerzo es “la” competencia en sí. Sabemos además que son sensibles a la crítica de los adultos y de sus pares. El entrenador debe estar atento a este aspecto y no debe emitir juicios demasiados severos o adoptar estrategias que puedan resultar discriminatorias a la vista del niño tales como, tomando como ejemplo un deporte de equipo, designar “titulares” y “suplentes”, o dejar a los jugadores de esa edad demasiado tiempo en el banco. Suelen verse técnicos en el fútbol infantil que rapidamente realizan los cambios autorizados, para que todos los chicos formen parte del partido de ocasión. Pero también hemos visto algunos que, por conservar un resultado, mantiene a los mismos 11 casi todo el partido... Activado por motivaciones intrínsecas y extrínsecas el niño de escuela primaria desea divertirse y socializar. Su balance de los costos y beneficios de la práctica deportiva será positivo si esos dos aspectos están presentes. Esta es la condición primera para continuar con la práctica deportiva. El deseo de progresar y convertirse en buen competidor aparecerá en un segundo momento.
De estos breves ejemplos resulta que el conocimiento de la evolución del niño es indispensable para quien se ocupa de la práctica deportiva de niños. Esto derivó en que algunos entrenadores especializados en la temática crearan un manifiesto destinado a ser suscripto y adoptado por educadores y entrenadores de deportistas entre los 6 a los 13 años.
La “Carta de losDerechos del Niño en el Deporte” nació en 1988 y contiene los siguientes puntos:
Derecho de practicar el deporte sin ninguna diferencia (sexo, aptitud, características físicas): Todos los niños deberían poder practicar el deporte en cualquier asociación deportiva. Ejemplo positivo: los clubes de natación y los grupos de no competición. Ejemplo negativo: los niños obligados a quedarse sentados en los deportes colectivos.

Derecho de entretenerse y jugar: Es decir, en el mundo en que se entretienen y juegan los niños entre los 7 y 14 años. Cuando se observa un grupo de niños jugando se ve que inventan reglas y forma de competiciones especiales que a menudo duran toda la tarde, alternando varias actividades del deporte: fútbol, carreras, patín, ciclismo, etc. Ello pone de manifiesto la necesidad de variar, crear condiciones diferentes, proponer alternativas de juego, fomentar el uso de estas prácticas espontáneas.-
Derecho de aprovechar de un ambiente sano: Se refiere, no solamente al ambiente físico sino al entorno humano. Investigaciones recientes destacan que no es suficiente practicar deporte para defenderse de la tentación de la droga (el problema del doping prueba lo contrario).Le toca al adulto, entrenador o dirigente, educar al niño en el sentido del bienestar físico y psicológico facilitado por la práctica del deporte e introducir, cuanto antes, nociones como el fair play. Ejemplo positivo: destacar gestos altruistas y lealtad. Ejemplo negativo: conducta desfavorable del entrenador o del padre contra el árbitro.-
Derecho a ser tratado con dignidad: Muy a menudo ocurre que en la práctica diaria de los deportes vuelven a aparecer elementos negativos como los de la escuela "rígida" o que el entrenador use un lenguaje que no respeta las reglas de la buena educación. Estas son posturas que no ayudan la función educativa que tiene el deporte. En este caso, el deporte es fuente de frustración, desilusión y escuela de "falta de respeto hacia los otros".
Derecho a ser rodeado y entrenado por personas competentes: El entrenador-educador que actúa en el mundo de los jóvenes debe poseer conocimientos sicológicos, pedagógicos y técnicos para poder adaptarse a la realidad del niño. Es obligación de los técnicos proporcionar fundamentos didácticos, dándoles un contenido y sugiriendo métodos apropiados. Desdichadamente sucede muy a menudo que entrenadores menos competentes se les confía deportistas muy jóvenes y cometen faltas que frecuentemente, influyen en el futuro deportivo del niño. Algunos entrenadores usan teorías de entrenamiento y competición apropiados para adultos, pero inadecuados para los niños. Por esta causa gran cantidad de los jóvenes después de los 15 años deja el deporte de competición y lo peor es que muchos se alejan totalmente de la práctica del deporte.
Derecho de hacer entrenamientos según los ritmos individuales: Cada persona tiene un ritmo de adquisición de conocimientos y esto debe ser tenido muy en cuenta para poder fomentar las aptitudes y evitar los errores de entrenamiento. En este caso se conjugan el aprendizaje de automatismos y el desarrollo muscular y físico.
Derecho a competir con jóvenes que tienen las mismas posibilidades de éxito: No es posible hacer competencias entre niños con diferencias físicas o con niveles de preparación muy diferentes. De la derrota deportiva se pueden sacar elementos significativos para la enseñanza, pero la experiencia de sentirse débil o inferior no es ventajosa, así como tampoco es la de sentirse muy poderoso.
Derecho a participar en competiciones adecuadas: La tendencia en la organización de las competiciones para niños es adultomórfica (campeonatos largos, torneos por eliminación directa, largas distancias a recorrer, títulos de campeones, etc.)Sin embargo hay algunos ejemplos positivos de adaptación del deporte a la edad: minibásquetbol, minivoleibol, fútbol de 7, torneos de un día.
Derecho a participar el deporte dentro de la máxima seguridad: Aquí se plantea el problema de adaptación de las infraestructuras, que a menudo no tienen en cuenta la realidad física y síquica del niño (canchas muy grandes, piso irregular, con pozos, útiles inadecuados, etc.)
Derecho a tener adecuadas pausas para descansar: Ocurre muy a menudo que, en lo que llamamos entrenamiento intensivo precoz en el deporte organizado(mas de 10 horas semanales para deportistas de 7 a 14 años ), se usen las vacaciones para seguir los entrenamientos, de tal forma que no se le permitan una temporada de descanso. También que, luego de entrenamiento diario, algunos padres sigan exigiendo que prosiga su preparación en la casa, con el erróneo fin de apresurar su desarrollo deportivo.
Derecho a no ser campeón pero también derecho a serlo: Alrededor de los quince años de edad cuando finalizan los primeros años de práctica deportiva, el joven adquirió el conocimiento de que la competición es alegría, por el hecho de compararse, comprenderse, confrontarse con los otros y consigo mismo.-
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Recopilación y redacción:
Leonardo PICCININO - Abogado - Tª 28 Fª 87 C.A.SI. doctorpiccinino@gmail.com