COMO AFECTA LA PANDEMIA A NUESTRO FUTBOL FORMATIVO
El fútbol juvenil e infantil se ve seriamente afectado como consecuencia de la pandemia que azota gran parte del mundo. La preocupación es general. A horas de comenzar el mes de mayo, todos los torneos de AFA y las distintas Ligas deberían haber iniciado su actividad. Reglamentos y sorteos definidos, revisaciones médicas efectuadas, fichajes registrados... sólo faltaba que la pelota comenzara a girar. En realidad empezó a hacerlo, ya que el 14 de marzo pudieron jugarse 9 cruces de la fecha 2 (primera del año en disputarse) del torneo de Juveniles organizado por Superliga (los restantes partidos fueron suspendidos por mal tiempo). Esa fue la única actividad -hasta el momento- del 2020.
En el marco de una crisis sanitaria y económica como la que atravesamos, la situación de las divisiones menores de nuestro fútbol es preocupante.
Con la excepción de las instituciones con mayor capacidad económica, en la mayoría de las clubes, los recursos para mantener la actividad son muy escasos sin la posibilidad de competencia.
AFA, a través de sus dirigentes, es clara en este aspecto. Se aguardará un tiempo para evaluar la evolución de la situación. Y llegado el momento se decidirá, siempre de acuerdo a lo que disponga las autoridades sanitarias de nuestro país.
La decisión, queda claro, se diferencia de la adoptada por la Asociación Paraguaya de Fútbol, que hace varios días informó la suspensión de los torneos juveniles e infantiles, generando gran decepción en la comunidad del fútbol formativo de ese país. Hasta el momento, es la única asociación en América en haber tomado tan drástica y prematura medida.
Para quienes leen esta nota no resulta novedad saber que nuestro fútbol formativo da trabajo a una gran cantidad de personas. Los transportistas que trasladan a los planteles, los empleados de los clubes, los "bufetes", técnicos, preparadores físicos, árbitros, médicos, policías, periodistas... todos forman parte de una comunidad que, solamente en AFA, trabaja alrededor de los más de 22.000 niños y jóvenes que participan en los torneos. En el resto de la ligas del país el número es mucho mayor, siendo casi imposible establecerlo con exactitud.
En el "mundo AFA", por tanto, unas 90.000 personas se movilizan cada semana detrás de la actividad futbolística, jugándose 10 categorías en 5 campeonatos (juegan chicos nacidos entre los años 1999 y 2010).
Por todo esto resulta acertada la decisión de AFA de no apurar una decisión respecto a la disputa de torneos juveniles e infantiles en este 2020. De hecho, hasta el momento, la casa madre de nuestro fútbol sólo ha dado por finalizadas las temporadas de los torneos superiores, pero aún no se pronunció oficialmente sobre el torneo de Reserva y las terceras del ascenso.
En tanto, una gran cantidad de clubes utilizan las plataformas digitales para estar en contacto con sus jugadores. Varios trabajan de lunes a viernes. Y los coordinadores y técnicos coinciden en mantener estas tareas hasta que se autorice la vuelta a los entrenamientos presenciales. No quieren descuidar el estado físico de los chicos.
Pero también es importante controlar la ansiedad de los jóvenes. La falta de competencia es una novedad para ellos, acostumbrados a una rutina de entrenamiento y partidos semanales desde muy corta edad. En eso también se trabaja en los clubes. Y será fundamental ese acompañamiento anímico sea cual sea la situación en los próximos meses.
Ojalá la pelota vuelva a rodar muy pronto. Pero ojalá, sobre todo, que todos -jovenes y mayores- tengamos salud y fuerzas para afrontar el futuro.
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